lunes, 5 de diciembre de 2016

Novela: El tiempo es el que es de Anaïs Schaaff y Javier Pascual (2016)

Anaïs Schaaff y Javier Pascual, guionistas de la serie de televisión El Ministerio del tiempo, han editado esta novela para que entretengamos la espera hasta la próxima temporada. En realidad, en lugar de una novela han escrito tres historias cortas y ligeramente relacionadas, protagonizadas por la patrulla estelar de la serie: Alonso, Julián y Amelia. Alonso de Entrerríos es mi personaje favorito. Él se define en este libro como “el soldado español de todos los siglos. Es mi maldición y mi fortuna” y como tal soldado se comportará siempre, con lealtad, valor y resignación.

Nacho Fresneda es Alonso de Entrerríos
Yo me declaro fan de la serie. Me parece muy original aunque también creo que abusa de algunos tópicos, como por ejemplo la capacidad de improvisación de los españoles. Este libro es un guion novelizado, lanzado como producto de verano pero los autores podrían haber dado un poco más. Si tenían tenían la intención de captar a un público que no conozca la serie con la publicación de este libro no creo que lo consigan. Los personajes principales han quedado demasiado planos, de manera que, al faltarles el alma que los actores les imprimen, no resultan atractivos. Si no has visto la serie, los personajes del libro no serán capaces de captar tu atención. Y esto es lo que más me fastidia de este libro, porque todos los personajes se merecen una mayor atención y mayor desarrollo por parte de los escritores. Espero que para la próxima temporada o para el próximo libro lo tengan en cuenta.

Julián (Rodolfo Sancho) y Amelia (Aura Garrido)
Sin embargo, las tramas sí resultan atractivas como en la serie de televisión. Los autores aprovechan un acontecimiento histórico que puede haber sufrido una perturbación y la patrulla se desplaza a la época con el fin de que la historia de España no se altere, tal y como ocurre en la serie. Y aunque siempre están a un milímetro de que la historia cambie, al final el equilibrio se restablece. En la primera historia El Conde del tiempo aprovechan las dudas sobre la existencia de un personaje, más literario que real, Bernardo del Carpio sobrino bastardo del rey de Asturias, para trasladarnos a la Edad Media y para que podamos reflexionar sobre las consecuencias que la nostalgia puede tener.

Catalina de Erauso
En Después del buen tiempo, la tempestad la patrulla se traslada al año 1603. Debería haber llegado a Cartagena, en España, pero por una confusión llegan a Cartagena de Indias (en la actual Colombia, que en 1603 era ciudad del Virreinato de la Nueva Granada). Era un puerto comercial estratégico y por ello frecuentemente atacado por piratas. Allí los protagonistas se ven envueltos en un robo y coinciden con un grumete muy peculiar, Paquito. Paquito en realidad es Catalina de Erauso, la monja alférez, un personaje de armas tomar. Escapó del convento a los 15 años y se enroló en el ejército. Recorrió toda América del Sur y parece que fue un personaje bastante sanguinario. La patrulla la conoce cuando todavía es muy joven y no ha comenzado su carrera de fechorías, pero ya saben que las cometerá y no pueden impedirlo; ya sabemos que el primer mandato de los funcionarios del ministerio del tiempo es no alterar la historia.

Canfranc, paso de espías 
La última historia es Tiempo de espías, desarrollada en 1943. Empieza en Canfranc y no les perdono a los autores que no hayan mencionado a Lola y Pilar Pardo, que fueron correos de la resistencia francesa siendo apenas unas adolescentes. La protagonista de la historia es Lola Mendieta, antes de ser reclutada por el ministerio y antes de convertirse en traidora y traficante de arte intertemporal. Era entonces una joven idealista y arriesgada que luchaba para que el nazismo no triunfase. El trasfondo histórico de esta trama es la Operación Mincemeat, o sea, carne picada o como Julián la llama albondiguilla. En esta aventura veremos lo que Alonso es capaz de hacer por un camarada, aunque sea doloroso.

Lola Mendieta, interpretada por Natalia Millán
En general, el libro resulta entretenido pero ya he comentado que los autores podían haber profundizado un poco más; además no ha quedado espacio ni para Irene ni para Velázquez, una lástima. No sé si se lanzó precipitadamente para aprovechar el tirón de la serie. De cualquier manera es lectura entretenida para el verano y, a mí por lo menos, me ha picado la curiosidad para indagar un poco más en los acontecimientos que nombra. 




El tiempo es el que es 
Anaïs Schaaff y Javier Pascual 

Ed. Plaza y Janés.

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