lunes, 4 de julio de 2016

Crónica: La Gran Guerra de Joe Sacco

El autor.-
No sé si calificar a Joe Sacco como novelista gráfico, autor de cómics o incluso ensayista gráfico. Después de graduarse en la universidad empezó a trabajar como periodista, pero escribir le resultaba aburrido. Después se pasó al cómic; pero hasta que no publicó Palestina: en la franja de Gaza, no encontró su propio estilo para relatar sus experiencias como periodista en un conflicto. Después también publicó Gorazde: zona protegida sobre la guerra civil en Bosnia. Basándose en las entrevistas y fotografías que toma en las zonas en conflicto escribe y dibuja crónica periodística. 


Mi opinión.-
La gran guerra no se puede considerar crónica periodística porque el autor ni siquiera había nacido cuando se produjo la Batalla del Somme. El 1 de julio de 2016 se cumplieron los 100 años del comienzo de esta cruenta batalla de la Primera Guerra Mundial: británicos y franceses contra alemanes. Entonces todavía se la llamaba la Gran Guerra porque nadie podía imaginar que habría una segunda. Más de un millón de hombres muertos, heridos o desaparecidos. Alrededor de 600.000 británicos y franceses y más de 400.000 alemanes.



Fueron 141 días de batalla, de guerra de trincheras, bombardeos y lucha cuerpo a cuerpo a lo largo del curso del Somme. Se había pensado para distraer a los alemanes y aliviar la presión sobre el frente de Verdún. El 19 de noviembre, después de tantos estragos por ambas partes, se decidió dar por terminada la batalla y proseguir la guerra después del invierno. Queda claro que nadie ganó en aquel momento; hubo avances y retrocesos por ambos bandos sin que llegaran a consolidarse.



Ese primer día de la batalla es el que Joe Sacco ha recreado en su libro-mural. Una ilustración muy detallada de 7,3 metros, desplegable, que puede guardarse en un estuche, con un pequeño ensayo de Adam Hochchild sobre la batalla y una guía con anotaciones; el autor ha querido dejar la ilustración sin texto para provocar todavía más desasosiego.



Joe Sacco ha dibujado a cientos de miles de soldados británicos sin querer individualizarlos, pero al mismo tiempo cada uno de ellos muestra su propia personalidad bajo el casco que le hace ser igual a cada uno de sus compañeros. Así vemos unos que van a la guerra cantando, felices; los que se ocupan de los animales; quienes conducen los carros; una mujer, quizá una campesina francesa; un soldado que mea contra una pared medio derruida y otro que vomita apoyándose en un árbol; empieza a anochecer pero la batalla no para. Después los bombardeos, los heridos y los muertos.



Cada soldado es perfectamente reemplazable para eso que se suele llamar la máquina de guerra. Fue de las primeras batallas en las que los soldados se enfrentaban a una muerte industrializada, con un poder mortífero mucho mayor que en las guerras anteriores. Tanques, bombas, explosivos, gas, ametralladoras, fusiles con bayonetas, tenían una dimensión que antes no se había alcanzado. Sólo en el primer día, más de 20.000 británicos muertos o heridos.




Ahora que Reino Unido ha decidido abandonar la Unión Europea es imprescindible recordar que esta Unión, económica y mercantilista, neoliberal e imperfecta, se creó para superar las heridas de la II Guerra Mundial y de tantas otras guerras, sufridas por franceses y alemanes, en los siglos XIX y XX. Y que antes de abandonarla deberíamos esforzarnos todos en hacer que fuera mejor. Sin embargo, también hay que reconocer a Reino Unido el derroche de vidas que sufrió para defender a Francia y al resto de Europa. El libro de Joe Sacco es conmovedor. 




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